No te avisé
que vivía en un parque de emociones.
Y aún así
te montaste en la montaña rusa conmigo.
Que unos días subimos a la cima
rodeados de sonrisas, abrazos y besos.
Y otros…
Bajamos a toda velocidad
entre lágrimas.
Y sin embargo aquí sigues.
Conmigo.
Siempre.